Ayer lo petaron en la sala Apolo presentando su nuevo trabajo, el tercero ya, Xapomelön. Esta noche vuelven a repetirlo, de nuevo con las entradas agotadas. Ni les da miedo sacar nuevo disco a la vez que Manel, ni apostar por nuevos sonidos. Están seguros de sí mismos y lo demuestran con su música, pero también con sus palabras. Xapomelön salió también en descarga gratuita en la web, según ellos porque "igual que cuando vas a una tienda a comprarte una camisa primero miras como te queda en el probador, nosotros queremos que la gente nos compre si les gustamos, y para eso hay que dejar que lo prueben".
De momento, ya lo han probado más de 35.000 personas, y las que vendrán. Hoy tenemos a Rubén y a Adrià de La Pegatina.
Por Sem Pons,
Ya tenemos en nuestras manos el tercer trabajo de La Pegatina. Es probablemente el más esperado de los que habéis hecho, la gente estaba muy impaciente por escuchar las nuevas canciones. ¿Cómo habéis vivido toda esta expectación?
Adrià: Con mucho estrés, muchísimo estrés, pero con muchas ganas también, como siempre. Nos hemos dado cuenta de esta expectación gracias al camino recorrido en las redes sociales en los últimos dos años. Fuimos trending topic en Twitter en Barcelona la noche que colgamos el disco en la web, con la gente comentando en directo "como mola" o "no me lo puedo bajar, se ha colapsado la web". También vivimos mucho la previa en Facebook, en Twitter, en Tuenti... la gente pidiendo que lo lanzáramos ya, que avanzáramos algún tema, que estaban impacientes. Lo sacamos en descarga libre y gratuita a las doce de la noche, y a las diez estábamos entregando un premio Enderrock en el teatro Arteria Paral·lel, y al terminar fuimos pitando a casa porque teníamos que presentar la nueva web y el nuevo disco. Un jaleo, un estrés. Estuvimos hasta las tres de la mañana viendo todos los comentarios y es algo que aunque agobia acabas estando muy orgulloso.
Ha ido muy bien pero muchos expertos en marketing se habrán puesto las manos a la cabeza pensando "como se les ocurre lanzar el disco el mismo día que Manel".
Rubén: Nos enteramos después de decidir nuestra fecha, que ellos lanzaban el disco. Primero teníamos intención de sacarlo el 8 de marzo, pero por problemas de logística tuvimos que aplazarlo una semana y quince días antes de lanzar el disco vimos que Manel sacaba disco. No nos da miedo porque somos público distinto. Nuestro público puede escuchar Manel o puede no hacerlo, pero hay sitio para todos.
Adrià: Gracias a esta coincidencia los que sólo eran fans de Manel han visto por todas partes que nosotros también sacábamos disco, y al revés también. Nos hemos retroalimentado. Es la culminación de un pensamiento: la música hecha en Catalunya está creciendo. Y toda esta expectativa por dos grupos catalanes que son los que más gente mueven en directo... es algo muy importante para la cultura del país.
Hay muchos artistas catalanes que se han quejado de la sobreexplotación de grupos como Manel o Els amics de les arts, algo que deja al olvido a muchas otras propuestas. ¿Os hábeis sentido también olvidados a nivel mediático, o sí notáis apoyo a las bases de la música como vosotros por parte de la prensa?
Adrià: Nos ha costado muchos años que nos hicieran caso, y hasta que no hemos tenido la expectación del público los medios no se han enterado ni que existíamos. En cambio con ellos sí que desde el primer momento les han atendido, y no sabemos a qué es debido.
Rubén: El público nos apoya, tenemos una comunidad detrás nuestro muy fiel. Sí que hay más cobertura de los medios con otros grupos, tal vez porque sean más buenos o yo que sé qué. Pero lo que nos importa a nosotros es que nos responda nuestra gente, hacerles disfrutar. Si la prensa se enfoca en un estilo o en otro, da igual.
En Catalunya por eso no os podréis quejar de promoción, ya que estas navidades hemos podido escuchar mucho una canción vuestra, Aquí es Nadal i estic content. Hay mucha gente que al final se cansó y dijo, basta ya de escuchar esta canción.
Adrià: Sí, sí (risas). Puede ser, pero que conste que no pedimos que martirizaran a la gente (risas).
¿Os martirizó a vosotros?
Adrià: Nosotros dejamos de ver en un momento dado TV3, porque la teníamos tan escuchada... fíjate, la grabamos en julio como regalo para nuestro público, hicimos un vídeo y lo colgamos en la web. TV3 se fijó y ya que la teníamos hecho nos propusieron promocionarla y llegar a más sitios de lo que solos podríamos aspirar. Nos ha acabado conociendo gente que quizás nunca habría oído hablar de nosotros, hemos ampliado público. Pero sí, ha rodado mucho la canción. Pero también hay otra mucha gente que no ve TV3 y no sabe de lo que estamos hablando, hay un poco de todo. Luego TV3 nos dijo que ha sido su mejor campaña de navidad, que todo el mundo la ha visto. Es el primer año que compartían la canción con Catalunya Radio, estaban muy contentos.
Si hablamos, ahora sí, de vuestro tercer disco, podemos encontrar sobretodo rumba. Pero siempre intento ir más allá con vosotros, no hacéis solo rumba. Por ejemplo una de vuestras nuevas canciones, Foxy&Billy, es un tema totalmente disco. ¿Os planteáis en un futuro aparcar la rumba y apostar por otros estilos que también se os dan bien?
Rubén: El principal motivo por el que no cambiamos de estilo es porque yo no sé tocar muchos más ritmos con la guitarra, así que lo tenemos crudo (risas).
Adrià: La rumba es la base de La Pegatina, es lo que nos inspira. Cuando componemos algo nos sale automáticamente una rumba. Pero luego podemos hacer un ska que se convierte en ranchera, o un reggae que se transforma en cumbia. Es música que evoluciona, tienes una batería y vas probando. Luego te animas a hacer una ranchera para alegrar al público, hacer algo que quizás les pueda molar. Eso sí, siempre que se note que somos nosotros, que no cambiamos radicalmente lo que somos. Algo así ha pasado con este disco. Hemos hecho merengue, ranchera, cumbia, ska... pero somos nosotros. Siempre haremos rumba, pero siempre buscaremos nuevos sonidos.
Rubén: No nos da miedo buscar otros estilos porque, en definitiva, el sello sigue siendo el nuestro. Cualquier tema de La Pegatina sabes que es nuestro. No queremos bloquearnos ni limitarnos ahora mismo, lo hacemos por diversión. No le damos más vueltas.
Cortaros no hábeis cortado, un disco con 21 canciones. ¿Luego en el concierto qué haréis, conciertos de 46 canciones o qué?
Rubén: Sí, sí (risas). Concretamente tenemos eso, 46 canciones. Dura alrededor de las dos horas. Pero piensa que el disco, pese a ser 21 canciones, en total dura 45 minutos, una duración normal. Los temas son cortos. Pero queríamos mostrar todo lo que habíamos compuesto en estos dos años de gira, decir, esto es lo que hemos hecho hasta ahora. Somos transparentes, esto es lo que hay. Luego opina tú si te gusta todo, una parte, o no.
Nos gusta, nos gusta. En otros sitios que también gusta, no sé si porqué cantáis en muchos idiomas o porque la rumba es universal, pero luego vais a tocar a sitios como Francia, Liechtenstein o Alemania. ¿Es complicado digerir que algo que hacéis en vuestra casa pueda ser tan universal?
Adrià: No. Por lo que hemos hablado con gente de ahí, algo que nos confirma los dos franceses que tenemos en el grupo, es eso. Son ritmos que se pueden bailar en todas partes. Es algo latino, fuera de España es exótico y extraño, pero bailable. No tienen prejuicios aunque no entiendan las letras, vivirlo en directo les paga la pena. Se lo pasan bien, es de fuera, pero da igual.
Posibilidades para entenderos no les faltan. Cantáis en catalán, castellano, francés, inglés, portugués...
Adrià: Es algo fortuito, sale así, sin más. No lo hacemos para llegar más lejos. Por ejemplo, la canción en francés salió un día que estábamos en un bar molestando a una vecina que salió a quejarse, y el público empezó a corear "On apelle la voisine", y prometimos que la haríamos. La de Foxy&Billy salió como una broma en un directo con Gambit. Y el euskera salió porque de tanto ir allá la gente nos pedía que cantáramos algo en su idioma y les dijimos, si alguien nos hace una buena letra encantados.
Otra de las abanderadas del mestizaje, una palabra que tampoco nunca entendí, es Amparo Sánchez, que colabora con vosotros en el disco. ¿Cómo surgió?
Rubén: Sí, en el primer disco fue Manu Chao, un gran amigo nuestro. Y Amparo es otra de las personas más influyentes del estilo. Hemos coincidido varias veces en locales, que le gusta lo que hacemos. Le propusimos, le pedimos si quería colaborar y aceptó encantada con El cáliz de fuego.
